 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
Mándanos tus crónicas y noticias para insertarlas en esta pagina.
ÍNDICE:
- MILLAU
Realmente asistir a una concentración invernal es para mí una cuestión de ruta, si bien encontramos a conocidos y amigos que en muchas ocasiones solo coincidimos en estos casos, lo más satisfactorio es cubrir ese trayecto en una época que las inclemencias meteorológicas no son las más propicias para viajar en moto. Después de pingüinos 2008 ya empecé a cavilar la posibilidad de hacer un salto en la clásica y acercarme a Elefantentreffen en el próximo certamen. Calentando el ambiente entre compañeros del club, fui creando una decena moteros que por diferentes motivos al final solo pudimos asistir 4 osados que esquivaron inconvenientes familiares y trabajo.
Eran las 6:30h cuando ya estaba montado en la GoldWing camino al lugar de encuentro, que en esta ocasión era el área de servicio del Montseny, dentro de la autopista de peaje. Después del encuentro y un café para calentarnos por dentro, empezamos a cubrir los 1500 kilómetros que nos separaban hasta la bella ciudad alemana de München. Se habían programado sobre unos 250km por etapa para aprovechar la autonomía de los depósitos y no sobrecargar con más de 2 horas seguidas cada cuerpo de los pilotos. Primera parada Beziers, desayuno y repostaje. Seguimos con el horario previsto hasta Valence, donde la parada será mas larga y poder comer tranquilamente. Hasta el momento el tiempo acompaña. Siguiente repostaje será pasado Beaune, ganando unos minutos al tiempo programado. Ultima parada del día Mulhouse, parada, fondo y hotel. A nuestra llegada el sol ya no esta presente y las temperaturas empiezan a bajar notablemente. Después de reposar un buen rato y tapar las motos para protegerlas del relente nocturno salimos de paseo por la zona para cenar, y luego bajo unas temperaturas negativas volvemos al hotel a recuperarnos y hacer frente a los kilómetros que todavía nos quedan por recorrer. Por la mañana el día está bastante tapado y después de desayunar reanudamos camino. Justo recorrido los primeros 10 kilómetros, la frontera alemana que nos recibe con copos de nieve que nos hace estremecer por lo que puede pasar, pero al poco rato, el sol hace acto de presencia y nos acompañará buena parte de la mañana. Paramos cerca de Stuttgart para repostar y ya empezamos a ver motos que como nosotros tienen intención de llegar a esa famosa concentración. Tras una larga paradita seguimos dirección München. Ha nuestra llegada el cielo esta nublado, hace frío y tengo que colocar el navegador, pues paramos junto el estadio Allianz Arena y con tanto cruce de autopista me da la sensación que vamos en dirección contraria. Solventado este imprevisto llegamos al hotel sobre la hora prevista. Adjudicación automática de habitaciones y en metro, que esta junto al hotel, nos dirigimos a München, donde disfrutaremos de su impresionante ciudad, su cerveza y los famoso codillos, riquísimos.
Tercer día. Por la mañana ruta dirección Solla y por aquellas cosas del destino haremos 210 kilómetros mas de la cuenta. Iba tan sobrado que apenas mire el mapa y nos equivocamos de autopista. Una anécdota más para contar, jijiji. Llegada a la concentración un tanto cansados pero más que contento solo de ver la cara de satisfacción de mis tres compañeros. En la concentra este año poca nieve y mucho viquingo, como apunto nuestro amigo Armen. Después de la inscripción y las fotos de rigor, vuelta al hotel, nueva visita a la ciudad y tempranito a la cama.
La ruta de vuelta estaba programada igual que la de subida y éramos muy optimistas sin pensar lo que el destino nos tenía preparado. Salida a primera hora sin tráfico en la carretera, (era domingo), las cosas van bien. Tras la primera parada de repostaje seguimos hasta Mulhouse, donde nos cuesta un poco encontrar restaurante pero al final sin problemas. Ya empezamos hacer planes para el día de mañana pues todo va sobre ruedas. A pocos kilómetros de reanudar el viaje empieza a nevar con insistencia, los franceses no han tirado sal y las roderas marcadas en el suelo se hielan rápidamente. Voy delante y espero pasar pronto por debajo de un puente donde poder parar. Ya lo veo, esta a pocos metros pero el puente llega demasiado tarde, ya he besado el suelo. Pongo la moto en pie y sigo hasta poderme resguardar. Mis compañeros no vienen y esto se pone feo. Para un Clio francés y el chofer me informa que mis tres compañeros han ido por el suelo. Llamada y parece ser que están bien dentro de lo que cabe. La moto de Juanan no podrá seguir, me comunican que esperaran a la grúa y quedo con mis compañeros 10 kilómetros más adelante donde se encuentra un hotel en la misma autopista. Antes de llegar al hotel ya encuentro sal en el asfalto y se puede circular un poco mas tranquilo pero con precaución. Tras reservar habitaciones me dispongo esperar la llegada de mis acompañantes. Un momento reunidos y tras los diferentes comentarios, nos relajamos en compañía de amigos moteros que como nosotros nos juntamos en el hotel. Al día siguiente solo podremos seguir tres de los cuatro expedicionarios, pues Juanan deberá volver en avión ya que su moto no esta para rodar y su cuerpo ha sufrido un fuerte golpe en la clavícula. Al día siguiente descongelación de las motos, mini puesta a punto y reanudamos el camino de vuelta teniendo que cubrir los 850km que todavía nos quedan. El resto será bastante placido exceptuando la trompa de agua que durante 150km nos cae antes de llegar a la frontera española. Llegada a casa con 4 horas de retraso pero satisfechos de otra salida inolvidable.
Resumiendo, otra fantástica excursión con infinidad de anécdotas que contar, en buena compañía y como no, con muchas ganas de volver a repetir.
Batmand
Reserva africana en Sigean (26 de abril)
Después de las clásicas invernales ya tenia ganas de hacer una salida dominguera entre mis incondicionales del club. La salida, por culpa de las inclemencias meteorológicas no salió como estaba prevista, pero esto no desmejoró el buen ambiente que reinó todo el día entre los participantes. A la hora prevista nos juntamos en el punto de encuentro con los trajes de agua preparados, pues el cielo estaba bastante revuelto. La primera parada estipulada era el área de servicio de La Junquera, donde terminaríamos de reagruparnos con otros compañeros, repostaríamos y como no, llenaríamos nuestros respectivos buches. La primera sorpresa fue detectar que entre los asistentes la mayoría venían coches. Buff vaya faena solo dos motos, pero si no es por ellos tendríamos que volvernos para casa, ya que después del almuerzo la lluvia caía con ganas y decidimos dejar nuestras monturas en el parking y seguir la ruta bajo techo. (Las motos ya las recogeremos a la vuelta). Entramos en zona francesa y la lluvia acopia con más ganas. Debido a que la salida estaba programada para la visita de animales al aire libre y el tiempo no parecía que tuviera ganas de mejorar, sobre la marcha cambiamos nuestro destino quedándonos a pocos kilómetros antes, en Salses-le-Chateau. Después de un primer contacto y haber quedado para una visita guiada para después de comer, decidimos buscar un refugio para extender nuestro más suculento picnic. Realmente las fotografías realizadas hablan por si solas. Muy cómodo no fue, pero lo pasamos a lo grande, incluyendo el cava por gentileza de Toni y Sebi. El lugar escogido no lo puedo desvelar, pero os aseguro que nunca había tenido una experiencia igual. Tras recoger los trastos, nos dirigimos de nuevo al castillo para realizar la visita, donde pudimos descubrir secretos de aquellos años de guerra, cuando la frontera francesa estaba unos cuantos kilómetros más allí. Después de la visita volvimos sobre nuestros rastros hasta recuperar las motos, donde nos despediríamos hasta la próxima.
Agradecer a Toni y Sebi la salida, que nos llevara en su furgoneta y que no nos dejara tirados en la primera esquina después de los cánticos que le montamos durante casi toda la ruta.
Ni decir tiene que se demostró que para pasarlo bien solo hace falta buen humor, compañeros con ganas de disfrutar y ratos para compartir.
Armand
Después de la última salida, tenía muchas ganas de poder disfrutar de una buena ruta, pues en el anterior evento el tiempo nos fastidió todo lo que podía haber sido “carretera y curvas”.
A las 8:50h ya estábamos la mayoría de participantes en el punto de encuentro habitual. La salida fue a la hora prevista y la primera parada para los almuerzos se hizo en el restaurante cuatro carreteras cerca de Tona. Después del tentempié, nos dirigimos por la nueva carretera del túnel de Bracons, (con paisajes de un verde subido dignos de fotografiar), hasta el camping Lava, situado en el municipio de Santa Pau. Desde allí, Josep, (el organizador), nos tenía prevista una visita en “carrilet” por los cuatro volcanes. Visita divertida e instructiva de la zona que compartimos todos juntos en el mismo vagón. De vuelta al camping, el ágape, con diversidad de productos de la zona y postre televisivo de F1. Cuando ya parecía que todo había terminado, nos dirigimos de vuelta con parada en “La Fageda d’en Jordá”, donde unos carretas nos pasearían por esa reserva del parque natural de “La Garrotxa”. Después de la visita nos separamos para encaminar cada uno a sus lugares de origen.
Visita estupenda de la zona con carreteras en buen estado y donde motoristas y naturaleza se unen para disfrutar de un día admirable.
Agradecer a Josep y Nati la organización de la salida y felicitarlos por el éxito conseguido.
Armand
Domingo 31 de mayo de 2009. Muy temprano para lo que yo estoy acostumbrado a salir de viaje con mi GoldWing, me dirigí al punto de encuentro habitual. A las 8:00 ya estábamos los componentes de la excursión listos para empezar a disfrutar de dos días impresionantes con kilómetros por delante, visitas excepcionales y panorámicas espectaculares. Primera parada La Junquera, repostaje de motos, pilotos y acompañantes, incluso “El Monedas” que había encontrado un atajo por “La Roca”. El tiempo esta un tanto revuelto pero soportable, seguro que en Francia nos mojamos. Segunda parada Beziers, pueblo francés donde disfrutaremos de la visita a los canales, con su esclusa de 7 niveles y el famoso puente que cruza canal sobre río. Después de una comida excelente, a la francesa por su puesto, seguimos ruta dirección Millau. Llegando a nuestro destino la lluvia hace acto de presencia con mayor insistencia y desmejorando la vista panorámica del famoso acueducto, pero pasar por encima con esas vistas espectaculares de Millau en la parte inferior ya cubría las expectativas. Llegada al hotel y paseo por la zona. Millau es un pueblecito situado casi en la parte inferior del acueducto y lleno de sorpresas en cada rincón de sus calles. Después de cenar y de otro paseo nocturno por la villa, nos dispusimos a descansar sin imaginar lo que todavía nos depararía el día siguiente. Por la mañana la primera visión al exterior fue una espesa niebla que se disiparía a la hora de salir, dando paso a un día radiante de luz y color. Primera parada vista del acueducto por su parte inferior. En este lugar encontramos una tienda con información y salidas en autocar para visitar todos los rincones de esta gran ingeniería arquitectónica. El puente esta considerado el más alto del mundo. Tras impresionarnos con su belleza y majestuosidad, seguimos ruta por esas carreteras, sin arcén pero con buen asfalto, que nos llevan a Roquefort, zona dedicada al queso con denominación de origen y que su nombre certifica. Una visita que no quiero extenderme en explicaros pero si aconsejo que hagáis, pues es una fábrica natural bajo tierra con de un sabor excepcional que no tiene desperdicio. Después de una interesante visita nos quedamos a comer en un reservado de un restaurante de la zona. Tras el café y los cabezazos de rigor por parte de algunos de los participantes, seguimos nuestra ruta de vuelta pasando por “Sainte Eulalie de Cemon”, pueblo templario que rebosa siglos de historia en cada calle y casa que lo forma. Tras una corta visita bajo un sol de justicia, reanudamos nuestro camino de vuelta haciendo parada para cafecito y reposo en la primera área de servicio de nuestro país, pues la gasolina en Francia es mucho mas cara y los reportajes ya estaban calculados para este fin. Tras la despedida cada uno a sus lugar de origen.
No quiero terminar estas líneas sin antes felicitar a Jordi y Carme que prepararon esta salida con mucho apego y agradecerles dos días muy completos con una grata compañía y difíciles de olvidar.
Batmand